Esta es una reflexión que últimamente me sobreviene.
Algo en mí toma perspectiva, me hace consciente de que estoy de paso y que si no doy mi latido completamente, en libertad y como está escrito, cuando deje este cuerpo, esta apariencia, me parecerá que el miedo no me dejó sacarle todo el jugo y ofrecer todo lo que la Vida, el Ser, mi Ser… quiere entregarse, por amor, por despertar.
El ego es nada y a la vez, al no cuestionarlo, parece un carcelero con cierto poder. Pero solo parece tener control sobre mis pasos si no lo cuestiono frente a frente con la luz en mi corazón.
¿Qué harías si supieras que eres libre, no tienes enemigos y eres inocente?
Eso que harías si supieras que eres libre, sin enemigos e inocente es lo que el Amor, el Ser, me susurra que es la canción que hemos escrito juntos por amor, por despertar.
Tal vez haría exactamente lo mismo, o tan parecido, pero con más vuelo, con más libertad, con la calma de una sonrisa serena y perpetua en el corazón.
Estoy en Casa, mi corazón está ya en Casa.
Cada segundo que no cuestiono el miedo, es un segundo que muero.
Mas la Vida va conmigo y es deliberadamente más fuerte y poderosa, solo tengo que hacerla mi Cómplice.
No hay emergencias, no hay nada que temer, soy/eres inocente, solo tienes que ser, y que el Ser haga contigo y a través de ti.
Eso es volver a Casa, estar en Casa.
Tienes/tengo derecho a estar en Casa, es una decisión en la mente.